viernes, 26 de diciembre de 2014

Respuesta a Álvaro

Álvaro hace la siguiente consulta:
'Tengo un sentimiento de tristeza y ansiedad que se genera por pensamientos que se repiten en mi mente. ¿Es posible reeducar la mente y interpretar las malas esperiencias de otra manera y no terminar asi?'.
En principio, permíteme, Álvaro, agradecer por tu participación en este blog.
Pasando al análisis de su motivo de consulta, Álvaro nos habla de pensamientos que se repiten en su mente y le producen tristeza y ansiedad. Se cae en la tentación de pensar que se trata de pensamientos desadaptativos automáticos (ideas depresivas) generadoras de malestar psicológico. Sin embargo, léase bien, Álvaro menciona una característica clave para referirse a estos pensamientos que llevan a los síntomas anotados. Tal característica consiste en que aquellos se repiten.
Podemos, por tanto, inferir que se trata de pensamientos que se presentan y se repiten en contra de su voluntad. Álvaro, además, experimenta estos pensamientos como algo desagradable; es claro que no se siente a gusto con ellos. Son, por tanto, egodistónicos; no los percibe como algo natural o propio de él.
Es muy probable que estemos ante la presencia de obsesiones, hallazgo bastante frecuente en la población general.
De acuerdo con la Asociación Psiquiátrica Americana, las obsesiones consisten en ideas, pensamientos, impulsos o imágenes de carácter persistente que el individuo considera intrusas e inapropiadas y que provocan una ansiedad o malestar significativos. Esta cualidad intrusa e inapropiada que caracteriza las obsesiones se ha venido a denominar egodistónica, concepto que hace referencia a la sensación que tiene el individuo de que el contenido de la obsesión es ajeno a su control y no encaja en el tipo de pensamientos que él esperaría tener. El individuo es capaz de reconocer que estas obsesiones son el producto de su mente y no vienen desde fuera. Según la misma fuente, con frecuencia el individuo que padece obsesiones intenta ignorarlas, suprimirlas o neutralizarlas mediante compulsiones.
Las obsesiones y las compulsiones se encuentran en una variedad de trastornos mentales, aunque donde dominan el cuadro clínico es en el trastorno obsesivo compulsivo. Debe aclararse, sin embargo, que aunque con frecuencia coincidan, no es necesario que se presenten ambos síntomas para hacer el diagnóstico. Según la Asociación Psiquiátrica Americana, la característica esencial del trastorno obsesivo compulsivo es la presencia de obsesiones o compulsiones de carácter recurrente.
Considerando todo lo anteriormente expuesto, es muy probable que Álvaro, quien gentilmente ha consultado, padezca este tipo de alteración. De hecho, el trastorno obsesivo compulsivo es bastante común; afecta aproximadamente al 2,5 % de la población.
Respecto al tratamiento, éste suele hacerse mediante la combinación de terapia cognitivo conductual y farmacoterapia.
El pronóstico es variable. La mayoría de los individuos presentan un curso crónico, con exacerbaciones asociadas generalmente a eventos estresantes. Por tanto, dentro de las herramientas terapéuticas es fundamental alcanzar un correcto manejo del estrés.
Como se ha dicho, esta entidad es muy frecuente. Un objetivo realista consiste en restar importancia a lo síntomas y minimizar sus consecuencias sobre la vida del afectado. De hecho, cualquier persona puede presentar en algún momento de su vida este tipo de síntomas. Lo que en últimas diferenciará al individuo afectado de un TOC de una persona que presente estos síntomas dentro de la normalidad relativa suele ser, precisamente, la importancia que se les de a los hallazgos clínicos, el tiempo que ocupen, el malestar que ocasionen y las repercusiones sobre el funcionamiento cotidiano.
Por último, debe aclararse, por supuesto, que esta explicación no pretende reemplazar una consulta psiquiátrica formal. Después de esta orientación, la recomendación es, por supuesto, consultar al médico o al psicólogo de confianza.


jueves, 25 de diciembre de 2014

Normalidad violenta y violencia normal


En relación con la celebración de Nochebuena de 2014 me han llamado la atención varios titulares de la prensa de Colombia. Veamos algunos de ellos:
Refiriéndose a datos de todo el país, El Universal de Cartagena titula:
La misma información es difundida mediante Vanguardia
Semana, una de las revistas más prestigiosas del país se expresa en los siguientes términos:
A continuación subtitula: 
'Las autoridades reportaron cuatro casos de quemados con pólvora y cerca de mil riñas en Bogotá. El balance es positivo'. 
El Tiempo, diario capitalino, uno de los más leídos e influyentes en Colombia, publica:
'Balance positivo en Nochebuena: disminuyeron homicidios y riñas'.
'Según la Policía, no se presentaron víctimas por balas perdidas ni por accidentes de tránsito'.
Solo con leer estos titulares el lector puede hacerse una idea del estado de salud mental del país. Si revisa el texto tendrá mayor sustento para apreciar que el optimismo que plantean estas noticias es ilusorio.
El Espectador, uno de los periódicos más importantes de Colombia, se muestra más cauto. Veamos algunos de sus titulares:
'Más de mil riñas y cuatro quemados con pólvora en Bogotá durante la noche de Navidad'.
El subtítulo no es muy alentador:
'La policía reportó además 415 accidentes de tránsito'.
'Se registraron 36 homicidios en noche buena'.
'El mayor número de casos se presentó a raíz de intolerancia y el excesivo consumo de licor'.
 
Se supone que debería ser una noche de paz, noche de amor, y que nuestros corazones estarían inundados del espíritu de la Navidad.

Este blog desea una Feliz Navidad a sus lectores y participantes.

miércoles, 18 de junio de 2014

Opus Vital

Opus Vital es un espacio radial que ofrece un acercamiento a la música clásica desde la perspectiva de la salud en toda su expresión. Se habla sobre la salud de los grandes compositores e intérpretes de la música clásica, y acerca de las repercusiones de la música clásica sobre la salud y el bienestar humano.
Opus Vital se transmite a través de UdeC Radio, emisora de la Universidad de Cartagena, Colombia.
Frecuencia: 99.5 FM en Cartagena
En Internet: http://udcradio.com/
Youtube: Opus Vital
Horario: Viernes 1:30 a 3:30 p. m. Sábados: 5:00 a 7:00 a. m. Hora colombiana (GMT -5:00)
Correo: opusvitalctg@gmail.com
www.facebook.com/OpusVitalUdeCRadioCarta­gena
Twitter: @OpusVital
Fecha de inicio de radiodifusión: 3 de septiembre de 2010

Línea de Atención al Paciente en Crisis Emocional


El Departamento Administrativo Distrital de Salud, a través del Centro Regulador de Urgencias, Emergencias y Desastres de Cartagena (Colombia), ha puesto a disposición de la ciudadanía la Línea de Atención al Paciente en Crisis Emocional.
Atendida durante las veinticuatro horas por personal capacitado, esta línea gratuita presta sus servicios a cualquier persona que requiera ser escuchada con urgencia.
¿Quién puede llamar?
Puede llamar cualquier persona en crisis emocional o quien desee hacerlo con el fin de ayudar a terceros.
Puede llamar aquella persona que por acontecimientos o estado emocional requiera de la orientación de un profesional de la salud mental.
Puede llamar quien esté considerando suicidarse, se sienta ansioso o deprimido, haya sufrido cualquier forma de violencia o maltrato, esté aislado, experimente soledad, etc.
¿Tiene algún costo la llamada?
Cómo se ha indicado, la llamada es gratuita.
¿A qué número debo llamar?
Al 125, desde teléfono fijo o celular.
¿Se garantiza la privacidad?
Completamente.

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martes, 17 de junio de 2014

La amusia y su presentación en uno de los músicos más importantes del siglo XX


El pianista Maurice Ravel.

Por: Académico Álex González Grau, MD.

¿Qué tienen en común el Che Guevara, Maurice Ravel, Milton Friedman, Sigmund Freud, Theodore Roosevelt, Ulysses S. Grant y Charles Darwin? ¿Cuál es el común denominador que une a un carismático líder revolucionario argentino, un destacado músico francés, un ganador del premio nobel de economía, un neurólogo conocido como el creador del psicoanálisis, dos presidentes estadounidenses, y un naturalista inglés conocido por la teoría de la selección natural? ¿Qué elemento común relaciona personas tan diversas y pertenecientes a entornos y circunstancias disímiles?

Introducción
Aparte de la obvia condición de que se trata de personajes históricos, cada uno destacado en su campo, la respuesta a estos interrogantes podemos encontrarla no en algo que tuvieron, sino precisamente en algo de lo que carecieron. En efecto, en cada uno de los mencionados se manifestó un déficit neurológico que no les impidió pasar a la historia – ni siquiera les obstaculizó para seguir adelante con sus profesiones – pero seguramente les privó de disfrutar de uno de los placeres comunes a todas las culturas que forman la humanidad. Guevara, Ravel, Friedman, Freud, Roosevelt, Grant y Darwin, al igual que muchos otros famosos, padecieron manifestaciones variadas de una alteración neurológica conocida como amusia. Esta circunstancia resulta particularmente curiosa y trágica en quien fuera uno de los mayores genios musicales del siglo XX: Maurice Ravel.
La amusia es la incapacidad para comprender o expresar la música debido a daño cerebral orgánico. Puede ser congénita o adquirida y se divide en 2 grandes grupos: receptora y expresiva. El procesamiento cerebral de la música es semejante al procesamiento del lenguaje, tanto en su comprensión como en la expresión. Al emplear códigos y servir como vía de comunicación de información y de emociones, la música se considera un lenguaje en sí misma. Las alteraciones que se presentan en relación a su procesamiento son así mismo bastante similares a las que comprometen el lenguaje verbal y escrito.

Elementos fundamentales para el procesamiento musical y amusia
Alossa y Castelli plantean que como lenguaje, la música es un rasgo universal de los seres humanos; es, a la vez, una habilidad compleja con características únicas en comparación con otras facultades cognitivas. Sin embargo, varios aspectos están abiertos al debate. Por ejemplo, si la música como función es independiente del resto del sistema cognitivo, y si las habilidades musicales son mediadas por un mecanismo simple o por una combinación de procesos independientes entre sí. Incluso los correlatos anatómicos de la música deben ser aclarados.
Para el procesamiento musical son esenciales tanto el sentido del ritmo como de la altura de los sonidos. La altura es un parámetro que se usa para determinar la percepción del tono de un sonido, el cual está determinado por la frecuencia. Así, la altura el sonido determina cada nota. De acuerdo a su altura, los sonidos serán altos o agudos y bajos o graves. La frecuencia del sonido se mide en hercios (Hz). Los hercios equivalen al número de ciclos por segundo que vibra una onda sonora. A mayor frecuencia (mayor número de ciclos por segundo) mayor será la altura del sonido y más agudo será este En síntesis, un sonido será más alto (agudo) o más bajo (grave) de acuerdo a su mayor o menor frecuencia. Merece la pena anotar que el oído humano es capaz de percibir los sonidos que se encuentren entre 16 hercios y 20.000 hercios. El ritmo, por otra parte, tiene que ver con las maneras en que se agrupan los sonidos y silencios en una composición. Es decir, con la organización de los sonidos en cuanto a la frecuencia de su repetición a lo largo de la obra, y contribuye a la estructura musical.
Las alteraciones en el procesamiento de la altura de los sonidos y del ritmo se traducen clínicamente en amusia. La sordera para el tono es la carencia de la percepción de la altura relativa de las notas. Es la verdadera amusia, y consiste en la incapacidad para percibir de manera natural las diferencias entre las notas musicales que conforman una melodía. La persona afectada no será capaz de escuchar las variaciones tonales que caracterizan la música, sino que percibirá ruidos monótonos y sin significado musical. La sordera para el ritmo consiste en la incapacidad para percibir o seguir este elemento musical. Esta alteración tiene entre sus repercusiones la incapacidad para bailar.

Clasificación
La amusia se divide en dos grandes grupos: receptiva y expresiva, según esté afectada la capacidad de comprender la música o de emitirla. La amusia receptiva consiste en la incapacidad para reconocer las características de la música como tal. La amusia expresiva tiene que ver con la incapacidad para producir o ejecutar música. En ambos casos nos referimos, por supuesto, al resultado de un daño cerebral orgánico. A su vez, la clasificación de la amusia incluye también la amusia vocal, la alexia musical, la amusia o apraxia instrumental, la agrafia musical, la amnesia musical y los trastornos del sentido del ritmo. Frecuentemente, la amusia expresiva (ejecutoria) se presenta simultáneamente con la afasia de expresión, mientras que la amusia de receptiva (comprensión) acompaña a la afasia equivalente. Sin embargo, la amusia puede presentarse en ausencia de afasia. Al mismo tiempo, algunos pacientes con afasia de expresión pueden cantar palabras. Respecto al sitio de las lesiones, en la amusia de comprensión la lesión es principalmente temporal, mientras que en la amusia de expresión la lesión es frontal. Si existe afasia concomitante con la amusia, la lesión cerebral suele encontrarse en el hemisferio izquierdo.
De otro lado, la noción de dominancia hemisférica musical ha venido siendo reemplazada por el concepto que involucra una red modular e interconectada que involucra ambos hemisferios cerebrales. Tales módulos son moldeados por la genética y por la experiencia.
El análisis tradicional de déficits y lesiones ha sugerido que el reconocimiento de melodías y del tono musical son funciones del lóbulo temporal derecho, mientras que el análisis del tono, el ritmo y el tempo involucra el lóbulo temporal izquierdo. Douglas KM y Bilkey DK han sugerido que la amusia se relaciona firmemente con un déficit en el procesamiento espacial, y que el procesamiento del tono musical depende de los mecanismos cognitivos que se emplean para procesar las representaciones espaciales en otras modalidades.
Desde el punto de vista de su presentación en cada individuo, la amusia puede darse de manera primaria o secundaria; es decir, la amusia puede ser congénita o adquirida. En el primer caso nos referimos a la alteración que se ha presentado a lo largo de toda la vida del afectado. En el segundo hacemos alusión a la amusia que se instala como consecuencia de una lesión adquirida en algún momento de la existencia. Respecto a su frecuencia, la amusia puede afectar hasta al 4 % o 5 % de la población, aunque Douglas KM y Bilkey DK fijan la amusia congénita o sordera para el tono en 4,00 %.

Maurice Ravel y la amusia
No deja de ser irónico el hecho de que haya padecido la amusia precisamente quién fuera uno de los mayores genios musicales del siglo XX. En los últimos cinco años de su vida, Ravel sufrió una enfermedad, aún sin identificar a ciencia cierta, que afectó su cerebro ocasionándole afasia, apraxia, alexia, agrafia y amusia. Esta fue la razón por la cual Ravel no pudo continuar componiendo durante los últimos años de su vida.
Maurice Ravel nació el 7 de marzo de 1875 y murió el 28 de diciembre de 1937. Ravel fue un compositor francés impresionista. Aunque buena parte de su música para piano, de cámara y orquestal ha pasado a ser parte del repertorio habitual de los conciertos, Maurice Ravel es conocido principalmente por su Bolero, escrito en 1928. Curiosamente, Ravel consideró que esta pieza musical no tenía mayor trascendencia.
Independientemente de esta observación, la obra le dio fama a su autor, ha sido ampliamente difundida a través de los medios de comunicación y es familiar al oído de cualquier aficionado a la música. Sin embargo, la obra de Maurice Ravel va mucho más allá, y abarca obras para piano, obras orquestales, música de cámara, música vocal y obras líricas. Además, realizó numerosos arreglos a obras propias y ajenas. Las obras de Ravel han estado entre las más difundidas y exportadas de la música francesa. Entre ellas destacan el ya mencionado Bolero, Rapsodia Española, Dafnis y Cloe, Concierto en sol mayor para piano y orquesta, Concierto para la mano izquierda, Gaspard de la nuit, Mi madre la oca y un largo etcétera. Ravel también ha destacado por sus arreglos de obras propias y de otros compositores como Claude Debussy y Modést Mussorgsky.
Maurice Ravel fue hijo de un matrimonio feliz y acomodado y estuvo familiarizado con el medio artístico desde temprana edad. Niño prodigio, Ravel demostró su talento para el piano desde los seis años, facultad que fue apoyada por sus padres. Ravel atribuía a su padre haber mantenido su interés por la música. Ravel ingresó al Conservatorio de París a los catorce años de edad. Sus primeras obras, compuestas antes de cumplir los veinte años, dieron muestra de su personalidad y maestría. Recibió clases de Gabriel Fauré y fue un gran admirador de Erick Satie. Antes de cumplir los veinticinco años, Ravel era un compositor reconocido. Desde los veinticinco hasta los cuarenta y tres años de edad transcurrieron los mejores años de maduración musical de Maurice Ravel. A pesar de la presentación de una serie de circunstancias adversas, como fueron la Primera Guerra Mundial, el hecho de atravesar períodos de éxitos y de fracasos, la muerte de su madre y haber sido intervenido de peritonitis, fueron estos los años de la madurez musical de Ravel.
Al haber alcanzado plena madurez y desarrollo, musical, Ravel fue considerado el sucesor de Claude Debussy. A los cuarenta y cinco años rechazó la distinción que lo nombraba Caballero de la Legión de Honor. Durante este período de su creación musical se retiró a una casa en los alrededores de parís, dónde compuso sus últimas obras. De Ravel se conoce que era muy sociable, generoso y fiel. A los cincuenta y tres años realizó una gira por América del Norte que le deparó éxitos indiscutibles. De vuelta a París compuso el Bolero. Fue en esa época cuando recibió el doctorado en música honoris causa de la Universidad de Oxford. A continuación compuso otras dos obras maestras: el Concierto para la mano izquierda y el Concierto en sol mayor para piano y orquesta, acerca de los cuales se afirma que su enfermedad neurológica fue determinante en los resultados de la composición. Este concepto, sin embargo, se discute, dado que desde antes de componerlas, Ravel venía presentando síntomas neurológicos consistentes en alteraciones de la motricidad y del lenguaje, tanto hablado como escrito. En ese momento también se afectó su capacidad para interpretar música y para dictarla, aunque conservaba la capacidad para apreciarla y para componerla. Incluso, se ha llegado a plantear que Ravel padeció la Enfermedad de Pick. Sin embargo, la duración del cuadro y la misma expresión clínica contradicen este diagnóstico. Es muy probable que sus síntomas se hayan debido a un accidente en automóvil que experimentó en el otoño de 1932. Además, Ravel se sometió a una craneotomía en 1937. Al parecer esta operación fue originada por un hematoma subdural, aunque otros afirman que fue un intento de salvar su cerebro. Esta intervención, sin embargo, llevó a la muerte al genial músico.

Discusión
Como hemos mencionado, la amusia consiste en una alteración neurológica caracterizada por la incapacidad para apreciar o reproducir la música. La principal anormalidad observada tiene que ver con la incapacidad para diferenciar las diferencias en la altura de las notas musicales. Aunque se han descrito los casos que comprometen a personajes históricos, este trastorno es más común en la población general de lo que se cree. La amusia puede manifestarse en relación con el tono musical o con el ritmo. Así mismo, puede afectar tanto la comprensión como la expresión musical. Sus similitudes con la afasia son evidentes, pero no siempre la amusia se presenta de manera simultánea a aquella.
Maurice Ravel fue uno de los músicos más influyentes del siglo XX. Excelente pianista manifestado y apreciado desde edades tempranas, su creación musical es amplia y variada. Ravel ha sido uno de los compositores franceses cuya producción musical ha sido más exportada a otros países. Sus obras hacen parte del repertorio de concierto habitual contemporáneo y son ampliamente conocidas. En síntesis, su legado musical es incuestionable. Paradójicamente, su vida en general y su creación musical en particular fueron afectadas por la aparición de un síndrome degenerativo del sistema nervioso central de etiología incierta. Entre las características de este síndrome se encontraba la dificultad para escribir música o para transmitirla. Para empeorar las cosas, la muerte lo encontraría cuando aún este genial compositor, a pesar de los déficits descritos, podría haber continuado creando obras que continuasen su espléndida producción musical.

http://academiamedicinacartagena.org/la-amusia-y-su-presentación-en-uno-de-los-músicos-más-importantes-del-siglo-xx
https://www.facebook.com/pages/Academia-de-Medicina-de-Cartagena-de-Indias/456701311062018

lunes, 16 de junio de 2014

Respuesta a Berna

Apreciado Berna,
Gracias por escribir al blog. En principio, el alprazolam (Tafil entre otros nombres) es una benzodiazepina bastante eficaz para el tratamiento de la ansiedad. Sin embargo, suele requerir prescripción médica. También debe tenerse en cuenta que todo medicamento tiene contraindicaciones y precauciones para su uso. En el caso de las benzodiazepinas estas precauciones incluyen, entre otras, no prescribirlas durante un tiempo prolongado, ni hacerlo a personas con potencial de desarrollar dependencia; por ejemplo, individuos afectados por ciertos rasgos de personalidad; aquellos aquejados por trastornos somatomorfos (somatización, hipocondría, etc.); y quienes son dependientes a sustancias (alcohol, tabaco, cannabis, etc), entre otros.
Aquí puedes visitar la ficha técnica del Xanax (alprazolam):

Considero oportuno que consultes a tu psiquiatra de cabecera sobre un potencial incremento en la dosis de fluvoxamina que recibes.
Por último, no está de más recordar que existen otras alternativas para el manejo de la ansiedad. Por ejemplo, realizar ejercicio físico, aprender técnicas de relajación, practicar yoga, meditar, realizar manualidades, etc.
Espero que esta información te sea de utilidad. No dudes en escribir nuevamente si tienes otras dudas.
Atento saludo.

miércoles, 30 de abril de 2014

Sobre la psicopatología del secuestro

A continuación publico una etrevista que me han hecho acerca de la psicopatología del secuestro, incluyendo aspectos relacionados con las víctimas, sus familiares y el seceustrador.

Desde su punto de vista como profesional de la psiquiatría ¿Qué es el secuestro?

El secuestro de una persona implica someterla, en mayor o menor grado, a una situación de indefensión, de humillación y de pérdida del control sobre sus actos, sus decisiones y su vida en general.
Es, por tanto, un estado de estrés crónico y severo que escapa del control del individuo.
El secuestro puede significar el aniquilamiento moral.

¿Qué consecuencias psicológicas o emocionales puede dejar en una persona que vive el flagelo del secuestro?

Las principales consecuencias psicológicas y emocionales que puede sufrir una víctima de secuestro incluyen el desencadenamiento de una serie de trastornos mentales entre los que se cuentan el trastorno de estrés agudo y el trastorno de estrés postraumático; otros trastornos de ansiedad como el trastorno de ansiedad generalizada el trastorno por angustia con o sin agorafobia, la agorafobia sin ataques de angustia, la fobia social, fobias específicas (por ejemplo, lugares, sitios cerrados, etc.). Además, trastorno depresivo mayor y otros trastornos del estado de ánimo; trastornos psicóticos; trastornos crónicos del sueño (por ejemplo, insomnio, pesadillas); disfunciones sexuales y trastornos adaptativos, entre otros.
Así mismo, el proceso de readaptación tras una experiencia de este tipo suele conducir al desarrollo de problemas familiares y sociales, así como al alcoholismo y otras adicciones.
El secuestro, especialmente en personas jóvenes, debe ser visto como una interrupción del desarrollo psicosocial del individuo. Una de las principales consecuencias desde este punto de vista es la pérdida de la visión del mundo como lugar seguro, pasando a percibirse como desolador.
Por supuesto, no todos los individuos secuestrados desarrollarán secuelas. Existen excepciones. Las variables que determinan la presencia y la gravedad de las secuelas incluyen:
  • Edad
  • Grado de madurez psicológica
  • Rasgos de personalidad
  • Estilos de afrontamiento (mecanismos de defensa)
  • Estabilidad emocional
  • Antecedentes de experiencias traumáticas graves (influyen negativamente)
  • Psicopatología previa
  • Duración del cautiverio (serán menos probables en lo que de manera ligera se conoce como “secuestro exprés”)
  • Condiciones del cautiverio amenazas para su integridad
  • Abusos sufridos (de cualquier tipo)
  • Presencia o ausencia de tortura (sin olvidar que estar secuestrado de por sí lo es)
  • Sistemas de apoyo tras la liberación
  • Intervención oportuna
¿Qué trastornos psicológicos pueden a llegar padecer los familiares de un secuestrado? ¿Hasta qué punto pueden ser peligrosos para la salud emocional de estas personas?

En los familiares de los secuestrados pueden presentarse prácticamente los mismos síntomas que en las víctimas. Destacan el estrés agudo y el estrés postraumático y otros trastornos de ansiedad, y el trastorno depresivo mayor. Otros familiares probablemente no desarrollarán criterios completos para uno de los trastornos mencionados, mas sufrirán por lo menos trastornos adaptativos. Las adicciones pueden presentarse con relativa facilidad.
De todas maneras, la vida de los familiares de los secuestrados suele estar plagada de incertidumbre y miedo, lo que se traduce en una situación estrés de estrés prolongado y severo.

¿Qué recomendaciones, tratamientos y técnicas psiquiátricas o psicológicas existen o se deben tener en cuenta para tratar trastornos emocionales de una persona que ha estado secuestrada? 

Los tratamientos diferirán de acuerdo con los trastornos que se observen en el secuestrado y en sus familiares. Grosso modo, se incluyen los siguientes:
  • Farmacoterapia: por ejemplo, antidepresivos, ansiolíticos y estabilizadores del ánimo, según el caso
  • Psicoterapia individual: un esquema cognitivo-conductual puede ser bastante útil para el manejo del estrés postraumático y de la mayoría de los demás trastornos mencionados. La aproximación terapéutica suele incluir técnicas de relajación y de desensibilización.
  • Terapia de familia
  • Terapia de pareja
  • Terapia de grupo Grupos de autoayuda
¿Qué recomendaciones o tratamientos psiquiátricos se le deben tener en cuenta para tratar trastornos emocionales para los familiares que han sufrido mucho a causa del secuestro de un familiar muy cercano?

Aunque no puede considerarse que el tratamiento será necesariamente igual en el afectado que en sus personas queridas, algunos familiares también necesitarán tratamiento psiquiátrico, incluyendo tanto agentes farmacológicos como psicoterapia. Como se ha indicado, la terapia familiar y la terapia de pareja son también herramientas sumamente útiles. Incluso, los grupos de autoayuda y la terapia grupal pueden ofrecer una gran ayuda.
Especial cuidado merecen los padres, esposos e hijos de secuestrados.

¿Cuál es el perfil psicológico principal del secuestrador?

El perfil psicológico del secuestrador se compone de elementos como:
  • Desprecio por los derechos de los demás
  • Ausencia de remordimientos
  • Justificaciones para sus actos (racionalizaciones)
  • Dificultad para aceptar figuras de autoridad
  • Dificultad para adaptarse a las normas sociales
  • Ausencia de empatía y de compasión; incapacidad para sentir el dolor ajeno
  • Egocentrismo
  • Tendencia habitual hacia las conductas delictivas
De todas maneras debe aclararse que, aunque los rasgos enumerados suelen hallarse en la mayoría de los secuestradores y de otros criminales habituales, el perfil del secuestrador no es homogéneo, y que no es el mismo perfil el del líder de la banda que el de los subordinados. El organizador del secuestro suele ser más inteligente y poseer un grado de instrucción mayor que el de sus secuaces; su perfil suele encontrarse en la personalidad antisocial, aunque pueda disfrazarse de oveja ante la sociedad. Los encargados de llevar a cabo los hechos materiales suelen ser menos inteligentes, con menor formación, fácilmente influenciables e incluso dependientes.
Tampoco son similares los perfiles del secuestrador común que el del secuestrador político; en el primero se trata de un negocio a expensas de la vida de los demás; los segundos se justifican por supuestos ideales y suelen estar ubicados en cualquiera de los extremos del fanatismo político.

¿Qué patologías mentales o emocionales pueden padecer las personas que se dedican al secuestro?

Lo más frecuente entre los secuestradores suele ser la personalidad antisocial. Sin embargo, en este tipo de organizaciones pueden, además, encontrarse personalidades limítrofes, así como débiles mentales encargados de las tareas riesgosas. Con frecuencia este tipo de sujetos presentan concomitantemente adicciones a sustancias como el alcohol y la cocaína.
Los secuestros no son planeados ni organizados por enfermos psicóticos ni por personas en crisis maníacas, depresivas o ansiosas. La psicopatología del secuestrador debe buscarse principalmente en los trastornos graves de la personalidad.

¿Qué roles debe asumir el profesional de la psicología o la psiquiatría para enfrentar situaciones de trastorno emocional en una persona que ha estado secuestrada?

El papel que debe asumir el profesional de la salud mental ante la persona que ha estado secuestrada se caracterizará por una actgitud que deberá incluir los siguientes aspectos:
  • Escucha empático.
  • Incondicional; nunca juzgar ni sugerir que el paciente pueda tener algo de culpa o responsabilidad en lo ocurrido.
  • Activo
  • Objetivo
  • Experto: se logra conduciendo la entrevista con conocimiento, sin improvisaciones
  • Identifique la contratransferencia y utilícela positivamente; renuncie a la lástima (es diferente de la empatía) y a otras distorsiones.
  • Apoyo emocional
Los anteriores papeles deben sostenerse a lo largo de todo el proceso terapéutico.

¿Más o menos qué tiempo puede tardar una persona en recuperarse de los trastornos emocionales que le causaron estar secuestrado?

El tiempo de recuperación variará en función de las condiciones del cautiverio, del trastorno presentado y de las características individuales del secuestrado. Puede ser de unos pocos meses hasta años. Hay personas que no se recuperarán completamente jamás. Algunos, como se ha mencionado, no presentarán perturbaciones más allá de la etapa de readaptación.

¿De qué manera cambia la vida para una persona que ha sido secuestrada? ¿De igual forma para los familiares, en especial los padres, los hijos y el cónyuge?

La manera cómo cambia la vida de una persona secuestrada depende de diversas variables, entre las que se incluyen:
  • Tiempo de permanencia en cautiverio
  • Maltratos y torturas recibidos
  • Ausencia de comunicación con sus seres queridos
  • Evidencias o no de supervivencia
  • Trastornos mentales desarrollados en el secuestrado
  • Trastornos mentales desarrollados en los familiares
  • Estabilidad y funcionalidad familiares
El distanciamiento prolongado y la incertidumbre acerca de la supervivencia pueden llevar a la elaboración de duelos que pueden, a su vez, finalizar en ruptura de vínculos afectivos. Para una familia puede ser difícil rehacer vínculos y acostumbrarse a la presencia física de un secuestrado a quien se le ha dado por muerto.
Con frecuencia el secuestro prolongado trae como consecuencias divorcios y desintegración completa de la familia.
Por otra parte, las perturbaciones emocionales presentes en el liberado y en su familia suelen dificultar la convivencia. Síntomas comunes en quienes han estado secuestrados, como, por ejemplo, irritabilidad, tristeza, angustia, pérdida de la capacidad de experimentar placer, embotamiento afectivo y dificultad para iniciar nuevas relaciones y para confiar en los demás, obstaculizan el restablecimiento de las relaciones familiares y la readaptación social.

¿Qué aspectos emocionales pueden marcarse y cambiar en una persona con el solo hecho de haber estado secuestrada? 

El espectro es amplio. Sin embargo, se presentan síntomas emocionales comunes en el individuo que ha estado expuesto al secuestro y a otras situaciones traumáticas y que pueden persistir durante tiempo prolongado o indefinido, representando incluso un cambio duradero y evidente en la persona, incluyen la sensación de enajenamiento, el embotamiento afectivo, la dificultad para iniciar nuevas relaciones y para confiar en los demás, la pérdida del interés y del placer, desapego, restricción de la vida afectiva y visión de un futuro desolador.

¿Cuál suele ser la reacción de los familiares cuándo se enteran que un miembro de suyo ha sido secuestrado?

La reacción de los familiares cuándo se enteran de que un miembro de su grupo ha sido secuestrado suele seguir el proceso clásico del duelo, si bien la negación puede adquirir proporciones mayores. Así mismo, la reacción, una vez entendida la nueva situación, suele ser de impotencia, desesperanza u horror.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias psicológicas o emocionales que pueden llegar a padecer los familiares de un individuo que estuvo secuestrado, y por desgracia muere o es asesinado en cautiverio?

El duelo experimentado por los familiares de una persona que ha muerto en cautiverio tiene más probabilidades de complicarse que el duelo que se experimenta tras la muerte de alguien que ha fallecido en casa o cerca a su familia. Por ejemplo, la culpa puede alcanzar grandes proporciones. La negación, total o parcial, puede persistir durante años o durante toda la vida, especialmente si no se ve el cuerpo.

¿Qué causa más daño psicológico durante el tiempo que una persona está secuestrada: los maltratos físicos o los emocionales?

Tanto los maltratos físicos como los psicológicos pueden traer consecuencias emocionales. Todo depende de la severidad y duración de las agresiones, por una parte, y de las características personales que hagan más o menos vulnerable al individuo, por la otra.