martes, 27 de octubre de 2009

Procrastinación

manuelita, con minúsculas, como a ella le gusta escribir su nombre, ha intervenido en el foro con la siguiente pregunta:

La procrastinación se dice que es la epidemia de nuestros días. ¿Quien la sufre necesita asistencia permanente del especialista, o, existen posibilidades de que una vez tratado no la vuelva a padecer?

Este interrogante me recuerda un concepto que alguna vez le escuché a un amigo. Según él, la pereza no existe, sino que existen cosas que a uno no le gusta hacer.

La procrastinación puede obedecer a diversas causas. Podemos empezar diciendo que puede ser el resultado de encontrarse ante tareas que a uno no le gustaría tener que llevar a cabo, sin que exista una motivación suficiente, o sin tener la perspectiva de obtener una contraprestación satisfactoria. Hasta aquí podemos considerarla una respuesta ubicada dentro de los límites de las respuestas humanas consideradas normales.

Sin embargo, la procrastinación puede llegar a convertirse en un hábito, en una mala costumbre, sin que necesariamente estemos ante un trastorno mental. Se trata, en estos casos, de una respuesta desadaptativa adquirida en algún momento de la vida del individuo. Puede ser el resultado de falta de motivación o de hábitos de estudio o de trabajo. No es una circunstancia constructiva, pero aún no nos encontramos dentro de la esfera de los trastornos mentales.

Aventurándonos un poco dentro de los terrenos de la psicopatología, la procrastinación puede darse como resultado de la desesperanza aprendida. Se trata típicamente del individuo que, habiéndose desarrollado dentro de un ambiente de frustraciones crónicas y atávicas, y aprendido así a anticipar de manera automática resultados negativos a sus proyectos, ha incorporado el concepto de que no vale la pena emprender una tarea ni esforzarse por nada. Expresado en forma de interrogante sería: "¿Para que lo voy a intentar si todo seguirá igual?".

La procrastinación también puede darse dentro del contexto de francos trastornos mentales, como son los cuadros depresivos y de ansiedad, entre otros. Por ejemplo, el individuo deprimido con frecuencia ha aprendido, sea por el mecanismo anteriormente expuesto, o a través de cualquier otro aprendizaje distorsionador de su visión de sí mismo y del el mundo, que no merece la pena empezar una tarea ya que el resultado será negativo o por lo menos insatisfactorio. Desde la perspectiva de los teóricos cognoscitivos esta circunstancia explica por qué el deprimido presenta con frecuencia sensación de fatiga, disminución de la actividad dirigida a metas, pesimismo y desinterés por el entorno. "¿Para que lo voy a hacer, si me va a salir mal?", sería su razonamiento. El deprimido suele tornarse pesimista, desesperanzado.

Igual puede ocurrir en casos de ansiedad. El paciente ansioso anticipa un futuro adverso, plagado de calamidades. Ante esta visión del mundo poco interés habrá en emprender actividades que impliquen cualquier grado de esfuerzo. Nótese que en los estados de ansiedad o de depresión "esfuerzo" puede significar levantarse de la silla. Es el caso, por ejemplo, de la persona afectada por un cuadro severo de ansiedad generalizada.

Dentro de los trastornos mentales y su relación con la procrastinación, es interesante recordar el caso de los obsesivos. El obsesivo, por definición, duda sistemáticamente. El obsesivo suele fijarse más en los detalles que en resultado final, en los árboles que en el bosque. El obsesivo es metódico, perfeccionista, escrupuloso al máximo. Es evidente que la procrastinación se presentará fácilmente como respuesta de evitación ante lo agotador y desgastador que será para él la puesta en marcha de un plan o proyecto. El obsesivo teme equivocarse, no soporta el peso de la culpa ante los errores, de ahí que frecuentemente caiga en el hábito de la procrastinación.

Seguramente muchos casos del llamado síndrome de fatiga crónica son manifestaciones de trastornos depresivos, de trastornos de ansiedad o de estrés crónico. La persona afectada por este síndrome suele darse a la procrastinación.

Como puede deducirse, el tratamiento para la procastinación dependerá del contexto en que se encuentre el síntoma. Si se trata sencillamente de un mal hábito, es muy probable que un adulto dotado de la suficiente fuerza de voluntad podrá modificar este estilo de relación con el medio mediante el reconocimiento de la situación problemática y la puesta en marcha de un programa dirigido hacia objetivos claros.

Sin embargo, si la procrastinación se identifica claramente como componenente o como resultado de un trastorno mental, como en el caso de un síndrome ansioso o depresivo, el tratamiento se dirigirá fundamentalmente hacia la enfermedad de base. Será prácticamente imposible modificar esta pauta de manejo de los estresores medioambientales si no se corrige el trastorno causal.

Por lo general, el tratamiento de los trastornos depresivos y de los trastornos de ansiedad se hace empleando una combinación de farmacoterapia y psicoterapia. Con respecto a la primera, los medicamentos más utilizados en la actualidad suelen ser eficaces y bien tolerados. Haciendo referencia a la segunda, en el tratamiento de los pacientes cuyos síntomas (como la procrastinación, por ejemplo) nos hacen pensar en la persistencia de patrones de conducta desadaptativos o en distorsiones de la realidad interna o externa, la terapia cognitivo comportamental suele ser una excelente opción. La duración de la terapia está entre 14 y 16 semanas en promedio, a razón de una sesión semanal.

Vale la pena recordar que el tratamiento psicoterapéutico puede utilizarse incluso en los casos en los que la procrastinación consiste esencialmente en un mal hábito, una conducta desadaptativa reforzada y sostenida de manera crónica, sin que se encuentre presente un trastorno mental.

Por último, recordemos aquella frase pesimista según la cual "si no fuera por el último minuto no se haría nada".

5 comentarios:

  1. Suelo postergar sobre todo aquellas cosas que quiero y deseo hacer desde hace mucho tiempo, eso es también procrastinar? Gracias. Saludos

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  2. Si de verdad estáis interesados en la procrastinación y posibles soluciones, os recomiendo visitar la web www.procrastinacion.org.
    Cambió mi vida.
    Un saludo y ánimo!

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  3. Hört sich nett an. Woher hast du diese Informationen?
    My web blog : E-Zigarette

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  4. Necesito ayuda me siento ida

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  5. Me diagnósticaron síndrome de evasión.q hago

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